domingo, 9 de octubre de 2016

El verdadero gran debate... al que España permanece ajena

La Gaceta



El verdadero gran debate... al que España permanece ajena

 
DIARIO DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS DE INTERECONOMÍA
Las cuatro formaciones nacionales apoyaban la rendición ante las FARC. Y han perdido. Se posicionaron contra el Brexit y perdieron también. Los cuatro partidos apoyan la irresponsabilidad de Merkel del “bienvenidos refugiados” y criminalizan en Bruselas a líderes como Victor Orbán.

FUENTE: http://gaceta.es/noticias/europa-islam-soberania-populismo-05102016-0725 

Volviendo al dinero de Soros, hay tanto y está tan repartido que llega para criminalizar a la guardia civil en Melilla, para apoyar al lobby LGTB, ser uno de los principales financiadores de la campaña de Clinton, o para mantener panfletos digitales de extrema izquierda
EDITORIAL
España es ajena al gran debate político, económico y cultural de nuestro tiempo. Los cuatro grandes partidos -aunque aquí hagan de sus matices grandes diferencias- forman como un sólo hombre en la esfera internacional. El PP, el PSOE, Ciudadanos e incluso Podemosse encuentran en el mismo lado de conflictos que sí han generado una gran división en los países de nuestro entorno.

Las cuatro formaciones apoyaban la rendición ante las FARC. Y han perdido. Se posicionaron contra el Brexit y perdieron también. Los cuatro partidos apoyan la irresponsabilidad de Merkel del “bienvenidos refugiados” y criminalizan en Bruselas a líderes como Victor Orbán, que acaba de recibir el respaldo mayoritario de los húngaros para oponerse a las cuotas. Los cuatro, en fin, se muestran sumisos empleados de un proyecto europeísta primero, y mundialista después, que propone abiertamente destruir la soberanía de las naciones, propiciar sociedades multiculturales e imponer la ideología de género. En ninguno de estos aspectos -que provocan intensísimos debates más allá de nuestras fronteras- los partidos españoles tienen diferencia alguna. En realidad no son sólo los cuatro principales, se podría añadir todo el breve arco ideológico que va desde el PP hasta Bildu.

Felipe González, Emma Bonino y el CEO de Airbus

Distintas voces -salidas todas de las puertas giratorias del poder- avalan la construcción en Europa de un mega estado multicultural y de género, que acabe con los engorrosos parlamentos nacionales. Felipe González no pierde ocasión para animarnos a acoger en Europa a veinte millones de musulmanes. Lo mismo hacía hace ya un año Emma Bonino, la política italiana afirma que “ne-ce-si-ta-mos” esos inmigrantes. Curioso que en sus tiempos de política activa los dos personajes fueran grandes impulsores del aborto, y ahora clamen porque acudan los inmigrantes a resolver el problema demográfico europeo. La posibilidad de ayudar a las familias y a los jóvenes europeos para que puedan tener más hijos, parece que ha sido descartada. Esa “necesidad” de la que hablan la expresaba de una forma más cruda, no hace mucho tiempo, el mismo CEO de Airbus, la gran multinacional europea. Decía el consejero que el continente tenía capacidad para acoger toda la avalancha de refugiados, sólo que había que liquidar el salario mínimo. Sólo. El fenómeno, en el mundo empresarial, se llama “relocalización”. Las multinacionales se han dado cuenta de que resulta absurdo fabricar en sociedades lejanas, con condiciones de trabajo de semi esclavitud, si con un poco de ayuda política lo pueden hacer mucho más cerca. Hasta la alcaldesa Carmena pone su granito y dice que debemos “empaparnos” de cultura africana. Las jóvenes de Colonia ya recibieron un chaparrón. 

Soros al rescate, Tsipras recortando pensiones

La ayuda, por supuesto, viene de manos de magnates financieros, tipo George Soros, que riega con sus millones los periódicos, televisiones y oenegés (una buena parte en España). Es este millonario húngaro el que ha prometido cuatro mil millones de euros para proyectos de “asentamiento” de los refugiados en Europa. Es decir, para que se queden independientemente de que se pacifique la situación en sus lugares de origen. En realidad el término “refugiado” sólo es una excusa para incorporar esos veinte millones que “necesitamos”. Y los amigos de investigar las conspiraciones se preguntaran si las guerras que se mantienen en aquellas zonas también son otra excusa para promover las migraciones masivas. O por qué no se presiona a Arabia Saudí y a las otras tiranías petrolíferas para que dejen de construir mezquitas en Europa y se ocupen de sus vecinos y hermanos en la fe. Porque no ha acogido ni a una sola víctimas de las guerras en las que ellos también intervienen. Volviendo al dinero de Soros, hay tanto y está tan repartido que llega para criminalizar a la guardia civil en Melilla, para apoyar al lobby LGTB, ser uno de los principales financiadores de la campaña de Clinton, o para mantener panfletos digitales de extrema izquierda. Esa es otra, el papelón histórico que está haciendo la izquierda, alineada sin fisuras con las multinacionales de las puertas giratorias. El mismo Tsipras está privatizando Grecia a tal velocidad que debe quedar poco para que vendan pedazos del Partenon como si fueran ladrillos del Muro de Berlín. El aliado de los podemitas también le roba a los mayores sus pensiones (será porque tienen más de 45 años) y, cuando ellos protestan, los disuelve con botes lacrimógenos. Pero de esto no verán ustedes quejarse ni a Pablo Iglesias ni a ningún otro revolucionario de pose leninista y maneras de concursante de Gran Hermano. 

Los grandes medios de propaganda 

Ya hace tiempo que llamar medios de comunicación a muchas de las grandes cabeceras del continente resulta un chiste aburrido. Avalados siempre con razones humanitarias y de solidaridad. Probablemente sólo durante las grandes guerras la prensa se ha plegado a una operación de propaganda tan burda. Son los mismos periódicos -y televisiones- que cada vez que se produce un ataque islamista se empeñan en camuflarla o disolverla entre noticias confusas. Sus lectoresdesconocen las torturas en la sala Bataclan, o creen que la matanza de Niza era obra de un trastornado (algunos llegaron a culpar a un “ultraderechista”). En esas cabeceras no se publica la situación de terror bajo la que viven millones de europeos, cada vez más hartos de los euroburócratas Colaboran en la ocultación de las violaciones en masa que se han producido en Alemania, Austria o Suecia. No informan de que muchos de los terroristas que están operando en Europa han entrado en ella en calidad de “refugiados”, como ha comprobado la fiscalía francesa y belga. Despliegan tantas acrobacias semánticas para disfrazar la realidad (las que El Trasgo de gaceta.es desnuda a diario) que luego se ven incapaces de explicar a sus lectores los resultados electorales de Europa. En España, sólo los lectores de Gaceta sabían hace más de un año que Trump tenía posibilidades, que el Brexit era más que posible, y que hasta en Alemania ya se contestaba abiertamente la irresponsabilidad de Merkel.

Los europeos están reaccionando

Porque lo cierto es que los ciudadanos de Europa no están tan desinformados, o no son ta ajenos al gran debate de nuestro tiempo. En todo el continente crece una contestación rotunda a las oligarquías. Los países del Este, casi en bloque y con el apoyo abrumador de sus parlamentos, se oponen a la islamización que Bruselas trata de imponerles. En Austria, Francia, Holanda, etcétera, crecen formaciones políticas (que encabezan todos los sondeos) y los discursos intelectuales que alertan contra el proyecto de la Europa multicultural, precaria en lo social y con las soberanías nacionales disueltas. Para no tener que explicarlo (porque no lo entienden, o porque sus patrones no les dejan entenderlo) aquí le llaman populismo. En Gaceta, por el contrario, les seguiremos informando.

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