domingo, 27 de noviembre de 2016

Acuerdo final?

Opinión 

Acuerdo final?

   


Ernesto Cardoso Camacho
Debo ofrecer disculpas a los amables lectores por incumplir el compromiso anunciado de comentar sobre el nuevo mecanismo ambiental denominado BANCO2 dirigido a la eficaz protección de nuestras cuencas hidrográficas. Espero su comprensión sin que pretenda desconocer que el tema ambiental no tiene la misma urgencia e importancia de la consolidación de la paz que a todos nos seduce.
Entrando en materia, el jueves pudimos presenciar desde el renovado escenario del emblemático Teatro Colon, la puesta en escena de la firma del presunto nuevo acuerdo suscrito entre Santos y las Farc. Una observación objetiva y mesurada del evento permite señalar que a diferencia del show mediático y publicitario de Cartagena, el de Bogotá resultó sobrio, frio, lánguido y prudente, quizás por el evidente escepticismo que genera la repetición del discurso luego del triunfo del NO en el plebiscito.
Tal escepticismo se sustenta en la falta de credibilidad y confianza que despiertan los actores, Santos y las Farc; hecho al que se suma la decisión de que  la refrendación se haga por el Congreso que registra su más bajo nivel de aceptación ciudadana  en toda su historia, sustituyendo de facto el poder soberano del pueblo para decidir sobre un tema de tan trascendente importancia histórica cuando acaba de rechazar el primer acuerdo.
Ahora bien. Sobre el anunciado nuevo texto son válidos muchos interrogantes. El primero de ellos es obvio. Cómo se explica que haya pasado de 297 páginas a 310? Será verdad que se acogieron 56 de las 57 propuestas formuladas por los diversos voceros del NO? Es cierto que se corrigió el engendro jurídico de pretender que el acuerdo haga parte del bloque de constitucionalidad o que el nuevo texto no se incorpora a la Carta Política? Porqué ahora si se aceptó que las Farc tienen recursos económicos derivados de su acción criminal para indemnizar a sus miles de víctimas cuando siempre lo negaron? Será verdad que desistieron de imponer la llamada ideología de género? Es válido aceptar que los responsables de tantos delitos atroces o de lesa humanidad puedan eludir las duras sanciones penales previstas en en DIH, con solamente confesar la verdad ante el Tribunal creado para aplicar la Justicia Transicional? Es serio aceptar que el narcotráfico es delito conexo para eludir la extradición? Para no fatigar al lector se omiten otros interrogantes que serían pertinentes.
Sin embargo, cabe recordar que Santos y Timochenko señalaron con arrogancia en Cartagena que ése era el mejor acuerdo posible pero ahora dicen reconocer que éste nuevo es mejor y más incluyente. A su turno, De la Calle señaló que al haber triunfado el NO en el plebiscito el acuerdo se había caído, no existía, entonces uno se pregunta, cómo se mejora algo que no existe? Contradicciones? O mentiras? Cada quien se hará su propio juicio de valor.
Pues bien. Observando con atención hubo dos detalles significativos en la escena del Colon. El primero, cuando Santos en su discurso afirmó con énfasis  que las Farc nunca más usarían las armas, los áulicos del proceso allí presentes se levantaron a aplaudir mientras que los integrantes de las Farc no lo hicieron y mostraron gestos de desagrado. El segundo, se relaciona con el saludo de Timochenko al electo presidente TRUMP, gesto político que sin duda permite presumir que son conscientes de que el nuevo gobierno y congreso americanos no tragarán entero acerca de que el narcotráfico sea delito conexo para eludir la extradición.
En estas circunstancias, por el escepticismo existente, por los interrogantes señalados, por lo frío del evento y por la postura predecible del gobierno y congreso americanos, es que resulta razonable pensar si en realidad éste presunto nuevo acuerdo será el ACUERDO FINAL. 

Por: Ernesto Cardoso Camacho

http://www.diariodelhuila.com/opinion/acuerdo-final-cdgint20161126140102108

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