sábado, 24 de diciembre de 2016

EL DESASTRE PRUEBA PISA EN ANDALUCÍA DESPUÉS DE IMPONER LA IDEOLOGÍA DE GENERO


EL DESASTRE PRUEBA PISA EN ANDALUCÍA DESPUÉS DE IMPONER LA IDEOLOGÍA DE GENERO.


Los datos del Informe Pisa 2016 sobre la Educación en Andalucía han sido de nuevo demoledores; especialmente en Ciencias, Lectura y Matemáticas. Pero otra vez se intenta echar balones fuera por parte de los gerifaltes de la Junta de Andalucía, que son los máximos responsables en este asunto pues se trata de materia transferida a la comunidad autónoma. En un exceso de originalidad de la izquierda española, han dicho que la culpa la sigue teniendo… Franco. ¡Y eso que nuestra comunidad autónoma lleva gobernada ininterrumpidamente durante 38 años 38, por el PSOE! Un PSOE que ha llegado a proyectar hacia el exterior una lastimosa imagen del andaluz, consiguiendo el dudoso mérito de que se nos perciba como a un pueblo indolente y sesteante que cuando no estamos en la playa o en una bulla de Semana Santa o en «las ferias vestidos de faralaes», estamos en el bar o en la cola del paro contando chistes; actividades todas ellas por supuesto subvencionadas de tapadillo por algún chanchullete que va del PER al ERE (¡me lo dijo Pérez!), de donde vamos sacando pasta para sobrevivir. Y cuando ni siquiera así nos llega para pedir otra de gambas, ahí están los madrileños para financiarnos nuestros gastos (Cristi Cifuentes me lo dixit).  
Pero por mucho que intenten exculparse nuestras autoridades junteras (y no hay mayor chollo para eludir responsabilidades políticas, ya sea hacia arriba, hacia abajo, hacia el centro o hacia los costados, que el invento del Estado de las Autonomías que nos colaron), la responsabilidad del desastre educativo (y no sólo educativo) corresponde de pleno al partido socialista y a sus diferentes y sucesivos aliados de gobierno. Aunque también salpica generosamente al PP; partido que lleva los mismos años en la oposición donde han conseguido apalancarse, porque como decía el otro, tampoco se vive tan incómodo ahí. Un PP que no ha sido capaz de aprovechar las incesantes barrabasadas socialistas (¡y mira que las han hecho y gordas!) para conseguir removerles del gobierno andaluz. Si bien cabe decir en su favor, que para gobernar tendrían que alcanzar la mayoría absoluta, pues contra ellos tienen a todos los partidos (aunque conocidos los estériles frutos de las mayorías absolutas del PP, pues la verdad es que tampoco se sabe si les serviría para algo…). Y también afecta esta responsabilidad en el desastre a instituciones que hasta no hace mucho se mostraban críticas y combativas contra la sectaria política educativa de la Junta andaluza en algunas cuestiones fundamentales, pero que hoy dan la impresión de haber claudicado, adoptando posiciones de un bajísimo perfil ante el poder omnímodo de doña Susana y su equipo de catequesis progresista. 
Y lo primero que la Educación (pública y privada) se merece, sería un reconocimiento general de sus profesionales, que en su mayoría es gente de lo más sacrificada y servicial; pues tal como están las cosas y el nivelito -en todos los aspectos- con que llegan los alumnos a los colegios, el ejercicio de la docencia sigue constituyendo una de las profesiones más vocacionales y que exige mayor esfuerzo. Los maestros -entrañable calificación que se va perdiendo- y profesores suelen ser personas con una generosa disponibilidad y paciencia muy por encima de la media; de lo contrario, no podrían resistir el tirón anímico-depresivo que supone la educación actualmente, donde hay no pocos chavales que les chulean y se les suben a la chepa al primer descuido. Pero que cuando los sufridos profesores se atreven a pararles los pies, aunque solo sea con una voz más alta que otra, corren el riesgo de ser visitados por amantisimos padres que les acusan de reprimir la exuberante y prometedora personalidad de sus eminentes hijos. 
Mas no hay que preocuparse…, mientras aprendan a servir una copa (y ahí está la escuela callejera de los botellones) hay futuro. En la tómbola europea, a España le ha tocado ser un país de servicios (al fondo a la derecha o a la izquierda, es lo mismo), y a los andaluces nos corresponden especialmente los servicios de hostelería, por aquello del sol, la playa y el ¡arsapilili! Por eso, no necesitamos de excesiva cultura, que la cultura siempre tiende a complicar la vida. Así que las nuevas generaciones, esas que dicen que son las más preparadas que nunca hayamos tenido, aunque no sepan matemáticas (¡total, para eso ya están las maquinitas!), ni comprendan mucho lo que lean (¡mientras comprendan lo que ven por la tele o en la pantalla del móvil!), ni tengan idea de Ciencias (¡les sobra con la ciencia ficción!), al menos nos ofrecerá la mejor cantera de camareros de España y de Europa. ¡Ahora sí que cobra sentido la exigencia de que aprendamos inglés cuanto antes!, pues el inglés resulta imprescindible para dirigirse correctamente a los guiris en los veladores. ¡Eso es lo importante! Y no hace falta aclarar que, de tan noble destino profesional se librarán, por supuestísimo, los hijos de los gerifaltes junteros, pues éstos sí que asisten a selectos colegios privados, sin mezclarse con la chusma de los públicos. ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Así que, ese partido socialista que tanto presume de defender lo público y que se tira a la yugular de quienes osan criticar su desastrosa gestión en este ámbito, acusándoles de inconfesables intereses para potenciar las empresas privadas… Ese mismo socialismo que heredó del Estado franquista -cuyas huellas intenta borrar a toda costa-, unas instituciones sólidas y solventes en educación y sanidad pública, y que contaban con la confianza de la gente porque estaba suficientemente acreditada la eficacia y profesionalidad de sus trabajadores… Ese mismo socialismo, está consiguiendo destrozar la educación y la sanidad pública, desplazando hacia el ámbito privado a todo aquel que pueda costeárselo; empezando, por supuesto, por los propios gerifaltes socialistas y sus familiares. En resumen: los supuestos teóricos defensores de lo público para todos y todas, por encima de los servicios privados, han resultado ser (pero esto es característica habitual del socialismo) los mejores benefactores de la sanidad y la educación privada.
Y mientras tanto, la preocupación fundamental en la Educación (por sus obras los conoceréis) de socialistas y progresistas, de izquierda y derecha, no parece otra que avanzar en la imposición de la Ideología de género, y en inculcar en las mentes escolares infantiles esta castrante y letal doctrina. Otro invento que, por el número de pacientes que previsiblemente va a generar, hará rebosar en un futuro inmediato las consultas de psicólogos y psiquiatras. 
P.D.: En la última sesión ordinaria del Parlamento andaluz de este año que expira, con motivo de un rifirrafe surgido a raíz de una reclamación del PP al presidente socialista del Parlamento, éste contestó: «Quiero que me diga, estrictamente, qué artículo quiere usted apelar a que yo haga de cumplir del reglamento». Y la verdad…, yo pienso de que esta bella reconstrucción gramatical demuestra que el informe Pisa morena está manipulado para que los andaluces aparezcamos mú malamente a nivel de imagen exterior. Pues en habiendo políticos como el señor presidente del Parlamento, que se expresan tan sueltamente como él lo hace, lo único que cabe decir es que la culpa de todo lo que nos hagan de pasar la tiene la maldita herencia del alfabetismo franquista. Extrictamente.
http://xyzdiario.com/opinion-destacada/opinion/pisa-susana-pisa-garbo/
















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