sábado, 24 de diciembre de 2016

Ley LGTB de Cifuentes: Vuelve el delito de opinión


Ley LGTB de Cifuentes: Vuelve el delito de opinión

Gaceta.es
23 diciembre, 2016
Gracias a Cristina Cifuentes y a la impresentable cobardía del PP en la Comunidad de Madrid, a partir de ahora a usted podrán sancionarle con 1.000 euros si dice cosas como esta:




“Qué barbaridad prescindir de la verdad natural del hombre y del derecho inalienable de los padres a la educación de los hijos! ¡Qué dogmatismo acusar de discriminación a quien piensa diferente! ¡Qué despropósito pretender imponer una ideología a fuerza de sanciones! La mentira siempre tiene miedo a la luz de la verdad y al contraste de las ideas. El parecido con el fanatismo terrorista es inquietante.”
Esta es la frase que el director del colegio concertado Juan Pablo II, de la ciudad madrileña de Alcorcón, escribió en una carta circular a los padres de sus alumnos. Y esa es la frase que le ha costado una sanción de 1.000 euros por dictado administrativo de la presidenta de la Comunidad, pese al criterio de la inspección educativa y de la Fiscalía. La sanción se apoya en la desquiciada ley LGTBI impulsada por Cifuentes y el PP. Desquiciada porque impone como doctrina de Estado, de obligatoria enseñanza en las escuelas, una ideología anticientífica sin otro aval que el poder de un determinado lobby. Y para prevenir disidencias, la ley autonómica de Cifuentes y el PP pasa por encima de la Constitución, pasa por encima de las libertades públicas, pisotea el derecho constitucional de los padres a elegir la formación moral de sus hijos, aniquila la libertad de cátedra, desprecia el derecho constitucional a la libertad de expresión e impone sanciones a quien discuta el nuevo dogma.
Es imprescindible subrayar la extrema gravedad de este caso, porque la autoritaria medida de Cristina Cifuentes supone, nada más y nada menos, que queda reinstaurado en España el delito de opinión. Es más grave aún cuando añadimos que todos los partidos de la asamblea autonómica, todos, sustentan este ataque a las libertades ciudadanas.
El caso es que hoy, en España, los tribunales permiten asaltar capillas gritando “arderéis como en el 36”, robar hostias consagradas para dibujar la palabra “pederastia” en un espacio público,desviar fondos públicos para proyectos separatistas, financiar a grupos pro terroristas y romper fotos del rey, todo ello en nombre de la libertad de expresión. Pero está prohibido, y sancionado con multa, decir que una ideología anticientífica se asemeja al fanatismo terrorista. La verdad es que, visto lo visto, la semejanza es, en efecto, inquietante.
http://infovaticana.com/2016/12/23/vuelve-delito-opinion/

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