domingo, 20 de noviembre de 2016

IDEOLOGÍA de GÉNERO y la NEO-IZQUIERDA


IDEOLOGÍA de GÉNERO y la NEO-IZQUIERDA


Derrotado el marxismo por el peso de la historia, por su propio peso, por la farsa de un mundoprometido que nunca llegó, éste vuelve a rondar por Occidente como el verdadero fantasma que es. Los fantasmas hacen su aparición cuando verdaderamente mueren. Los fantasmas se niegan a morir, por eso nos visitan cada cierto tiempo, nos tiran de los pies. 


El comunismo, hecho cadáver, trata de resucitar. Para eso ha instalado una suerte de nueva ética que trata de anteponerse ideológicamente contra los valores emanados del capitalismo. No aceptan su propia derrota, no admiten su muerte. 

Para tratar de hacer un remasterización, han instalado ciertas consignas y banderas de lucha. Una de ellas es la ideología de género, la que les ha dado un amplio campo de irradiación para instalar, de paso, algunas otras consignas. Se anclan o usan como trampolín y han expropiado el concepto de “derechos humanos” hasta el cansancio y agotamiento; derecho que el comunismo nunca respetó. 

El marxismo, y en su expresión más genuina y central: el comunismo, no da su brazo a torcer en sus ansias “salvadoras de la humanidad”, en poder alcanzar la patria socialista, ahí donde supuestamente ya no habrá más luchas de clases. 

Sin duda, derrotado el comunismo, lo que antes era lucha de clases, hoy llaman movilidad social, lo que antes era explotación del hombre por el hombre, hoy le llaman inequidad social o concentración de la riqueza, lo que antes era propiedad colectiva de los medios de producción, hoy le llaman mínimos sociales, lo que antes era prejuicios de clase, hoy le llaman discriminación, lo que antes era Revolución, hoy le llaman “cambiar el sistema o modelo”, los que antes se llamaban revolucionarios, hoy se auto denominan indignados. 

Toda una retórica que suena políticamente correcta, pero no son nada más que sus mismas consignas propagandísticas en su cejada lucha por derrotar al capitalismo: según ellos, madre o padre de todos los males del mundo Occidental o chivo expiatorio para seguir teorizando sobre la necesidad y “legitimidad” de desestabilizar nuestras democracias. Digámoslo con la retórica marxistas: destruir las bases de la estructura jurídico-burguesas del sistema, lo que hoy llaman “retroexcavadora”. 

Esta ideología de género y anti sistema, ha encontrado una supuesta base moral superior a los valores del capitalismo, en instalar el matrimonio gay y lésbico, en promocionar el aborto, en oponerse a todo progreso tecnológico, en apoyar la marihuanización de nuestra vida social, en la promoción del indigenismo y otras causas similares que las espolvorean de una supuesta humanidad y moral superior al resto que discrepa de estas consignas. 

Sí, toda lucha ideológica-política es una lucha o colisión entre dos morales y éticas distintas. De ahí la necesidad que tienen de exterminar el modelo existente, porque para ellos las reformas serían una forma de perpetuar el sistema, de acuerdo a los manuales de marxismo. De ahí la intransigencia, el radicalismo de estos movimientos sociales. 

Esta neo izquierda (que de neo no tiene nada), sino más bien es una quimera de un mundo caído que se les fue de las manos y que tratan de rescatarlo desde los escombros de la historia del comunismo, es una ideología que fomenta el resentimiento social y alimenta sueños vanos en la juventud. 

Por ese afán de “cambiar el mundo”, son intolerantes y dogmáticos hasta el extremo. No aceptan esa supuesta “diversidad” que tanto promueven. Hablan de “diversidad”, para que la sociedad no se cuestione, no debata sobre tres temas centrales: el aborto, el matrimonio gay y lésbico y en menor cuantía la marihuanización de nuestra vida social. Es decir, hablan de diversidad tan sólo para que aceptemos sus peculiares “valores” sin que los cuestionemos, sin debatirlos, porque refutarlos y oponernos a estas consignas, pasamos a la categoría de personas refractarias, retrógradas y odiosas. No pasa de ser un ardid discursivo. Si hay una doctrina con sus valores implícitos, obsoleta, es el comunismo. No lo digo yo, lo dice la historia de Occidente. 

Escudados en esa supuesta diversidad, lo que buscan es que nadie les pueda refutar estas consignas, pues aquél que discrepe y se oponga a ellas, pasa a ser una persona reprochable, rígida, conservadora, intolerable, refractaria, que no “acepta la diversidad”, la existencia de otras posturas sociales. 

Esto no deja de ser una manipulación mediática, pues quienes verdaderamente no aceptan la diversidad, son ellos. Son estos grupos que no pueden aceptar, ni toleran la existencia del mundocristiano, no aceptan que en esta discusión valórica habemos personas con otras visiones, con otras concepciones, con otras sensibilidades, con otros valores. Quienes osemos discrepar y luchar por nuestras concepciones, somos tachados de ignorantes, de sumisos al capitalismos y una retahíla de epítetos intimidantes. 

En España, estos grupos radicales, esta doctrina de género, con un asiento bien grande en corrientes de izquierda, están atacando y usando toda su máquina internacional para condenar y hasta encarcelar al obispo de Español Cañizares porque éste en una homilía llamó a sus feligreses a no adscribir a estas corrientes señalando: “la acción de fuerzas políticas y sociales, a la que se suman movimientos y acciones del imperio gay, de ideologías como el feminismo radical o la más insidiosa de todas, la ideología de género”. (sic). 

Para quienes nos oponemos a estas banderas de lucha de la izquierda derrotada y de movimientos progresistas, las palabras del obispo no son lesivas para nadie. Son tan sólo las legítimas expresiones que en el ámbito particular de una doctrina religiosa, y en una homilía, puede emitir ese mensaje a sus feligreses y al mundo católico. No fue una declaración pública, si no que dirigida hacia sus propios feligreses, en la privacidad de una iglesia. 

Los izquierdistas dogmáticos, no toleran la diversidad. Es falso que son amplios, diversos, inclusivos. Es una postura hipócrita y mañosa la de la izquierda y de los grupos progresistas conformados por una nueva generación burguesa, cuando se presentan como críticos, como abiertos al debate y al diálogo. Los hechos los delatan. No cejan en ataques de diversa índole y de violencia hacia elmundo cristiano y a quienes defienden las democracias occidentales y las economías abiertas o de libre mercado. 

Lo inaceptable e intolerable, como bien los señala el presidente de la organización Házte Oír, Ignacio Arsuaga, cuando dice: “personas que no se identifican como católicas se atreven a decirle al propio cardenal si es católico o no”, esta altanería de entrometerse en el terreno propio del otro. 

Esta no es otra que esa soberbia intelectualoide que tiene la izquierda de tratar desdeñosamente y negar “al otro”, y condenarlo de intolerante cuando ese “otro” no adhiere a sus “verdades oficiales” o se sale de lo que ellos han instaurado lo que es lo “políticamente correcto” en el mundo occidental. 

La intolerancia de estos grupos, llega a la patudez y petulancia de censurar, y condenar expresiones que están hacia el interior de una homilía, y que son propias y legítimas decirlas y expresarlas hacia sus miembros. ¿Acaso estos grupos cuando hacen sus reuniones de Comité Central, sus famosas Asambleas o en sus discursos públicos, no dan instrucciones hacia sus seguidores, incluso traspasan más allá de sus correligionarios, sino que lo hacen más allá de sus ámbitos para generar concientización en la sociedad?. 

¿Cuál es el pecado del Obispo Cañizares, para que lo traten de “carcamal”?. ¿Ser fiel a sus creencias, ser fiel a su doctrina cristiana y promover los valores en los cuales legítimamente creen y ordena y regulan sus vidas y su vida social?.¿Permitirse en su homilía darle un mensaje al mundo cristiano?. 

Contradictoria esta reacción de este seudo mundo “progre”. Es cosa de ver el mundo digital, los diarios digitales, libros que se publican y difunden haciendo anti propaganda religiosa y anti cristiana, llamando a destruir o negar nuestra cultura judeo-cristiana, de la cual ellos también son herederos, y aunque la ataquen, la nieguen, el mundo no lo pueden entender ni interpretar sino desde el cristianismo en el que nacieron y crecieron. 

Esto es lo que resulta irritante, esta suerte de absolutismo de estas generaciones “progresistas” (marxistas quiméricos, hipster, progres, etc.) de tratar de imponer un mundo totalitario y de querer secularizar el mundo Occidental, de despojarlo del sentido de religiosidad. 

Estas corrientes ideológicas, están llenas de consignas y contradicciones. Cuando Europa se niega o poner restricciones a la inmigración desde el mundo islámico y musulmán, saltan como liebres a promover la multiculturalidad. Pero cuando se trata de la religión nuestra, la que creó el mundoOccidental, la atacan, la niegan, la condenan, la funan, la demonizan. Y la gota que rebasa el vaso, es que muchos de ellos, por no decir la mayoría, nunca han profesado la religión católica, nunca se han arrodillado a orar, nunca han entendido y estado dentro de congregaciones religiosas como para condenarla y opinar y entrometerse con tanta soberbia y autoridad. 

No puedo no citar el caso de la oposición al nombramiento del Obispo de Osorno, por parte de ateos ajenos al cristianismo. Eso fue el colmo de la patudez e intransigencia de estos sectores sociales: traspasar ámbitos que no les compete, como fue este caso el de oponerse y tratar de cambiar la decisión del nombramiento, cuando ellos no profesan la religión, no van a misa, no leen la biblia, no bautizan a sus hijos, no hacen la primera comunión, no se casan por la iglesia, no portan la cruz, no escuchan ni les interesa las palabra de Dios, no sienten la religión, les es ajena. 

La raíz ideológica de la ideología de género, desde donde se anclan para promover estos valores contrarios a nuestra cultura judeo-cristiana, está en el libro de Engels, sobre El Origen de la Familia la Propiedad y el Estado, libro que atribuye al concepto de familia heredado del cristianismo la supuesta explotación, las supuesta desigualdad social, libro que lo toman como verdad absoluta, digamos, casi bíblico: es palabra de Engels. 

Y por esta razón y extrapolación maníquea, es que estos movimientos, mientras subsista el cristianismo, expresado en sus, iglesias, ritos, misas, imágenes y en su labor misionera; para ellos es el origen de los males, de tabúes, de mala distribución de la riqueza, etcétera, etcétera. Y por tanto, hay que destruir al cristianismo. Y esa destrucción parte por destruir el concepto Occidental de familia: “lo que une Dios no lo separe el hombre”. 

Si en los tiempos donde el mundo socialista fue posible o era una ilusión, y el slogans para alcanzar el poder era la abolición de la propiedad privada, la destrucción de las bases jurídico-burguesa (que incluye al cristianismo y su concepto de familia), la propiedad colectiva de los medios de producción, y cuya vía y método era promover la revolución; derrotado el marxismo, hoy se camufla en la ideología de género para destruir la familia y el cristianismo y recuperar esas consignas ideológicas. 


Esta ideología de género no deja de ser temeraria, por cuanto desmigaja valores esenciales de nuestra cultura occidental. Es temeraria porque quiere naturalizar lo que no es natural y pretende dislocar el sentido de familia, romper la unidad hombre-mujer, raíz natural de la génesis de una familia que se proyecta en sus hijos, en sus nietos, bisnietos…… 

https://www.taringa.net/post/info/19664407/Ideologia-de-Genero-y-la-neo-izquierda.html

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