Presidente Trump y los católicos estadounidenses
Presidente Trump y los católicos estadounidenses
Por: P. Miguel Manzanera SJ
Iglesia Viva 15.11.2016. El día anterior a las elecciones presidenciales celebradas el 8 de noviembre de 2016, el candidato republicano Donald Trump dio a conocer un video de un minuto de duración, dirigido a los miembros de la Iglesia Católica: “Los católicos son una parte importante de la historia de Estados Unidos. Estados Unidos se ha fortalecido con católicos que trabajan duro. Desde Nueva York a California, la historia católica es realmente extraordinaria y grandiosa. Desde custodiar los derechos civiles a educar a millones de niños, sirviendo a los pobres y ayudando a definir el movimiento provida, sacerdotes y laicos católicos en todo el país han hecho innumerables contribuciones al éxito de Estados Unidos y a la historia de éxito de Estados Unidos.
Los políticos de Washington han sido hostiles a la Iglesia, han sido hostiles a los católicos, han sido hostiles a los miembros del catolicismo. Mi gobierno estará al lado de los católicos estadounidenses para promover los valores que todos compartimos como cristianos y estadounidenses. Que Dios os bendiga y Dios bendiga a los Estados Unidos de América. Haremos que Estados Unidos sea grande de nuevo”.
Un mes antes de este vídeo, Trump escribió una carta a Gail Buckley, presidente de la Catholic Leadership Conference [Conferencia de Liderazgo Católico] dejando muy claros algunos puntos que ahora llevará a cabo en su gobierno:
“Soy y seré provida. Defenderé vuestra libertad religiosa y el derecho a practicar vuestra religión plena y libremente, como individuos y como propietarios de empresas e instituciones académicas. Me aseguraré de que órdenes religiosas como las Hermanitas de los Pobres no son acosadas por el gobierno federal a causa de sus creencias religiosas. Protegeré y trabajaré por la libertad de enseñanza y los derechos de las familias al ‘homeschooling’ [enseñanza en el propio hogar] y pondré fin al ‘Common Core’ [programa común utilizado en parte para el adoctrinar a los escolares en la ideología de género]”.
Por su parte los Obispos Católicos de Estados Unidos, si bien antes de las elecciones expresaron sus críticas al candidato Trump por sus declaraciones machistas y xenófobas, al conocer sus últimos mensajes arriba indicados, han enviado un mensaje firmado por su presidente, el arzobispo de Louisville, monseñor Joseph E. Kurtz, felicitando al presidente electo, a los miembros del Congreso y demás autoridades elegidas: “Ahora es el momento de avanzar hacia la responsabilidad de gobernar para el bien común de todos los ciudadanos”.
Los obispos piden a las autoridades electas trabajar para evitar las divisiones entre demócratas, republicanos o cualquier otro partido político y para que, por el contrario, los americanos puedan “ver el rostro de Cristo en el prójimo, especialmente en los sufrientes y aquéllos con quienes no estamos de acuerdo”.
También recuerdan las palabras del papa Francisco el año 2015 en su visita al Congreso de los Estados Unidos: “Toda actividad política debe servir y promover el bien de la persona humana y estar basado en el respeto por su dignidad”.
Los obispos piden a los políticos responder a los millones de americanos que luchan por tener oportunidades de vida digna y que ayer votaron para ser escuchados. Asimismo expresan su voluntad de trabajar con el presidente electo Trump para “proteger la vida humana desde su más vulnerable comienzo hasta su finalización natural” y manifiestan su firme deseo de que “nuestros hermanos y hermanas, migrantes y refugiados, sean humanamente bienvenidos”.
Mencionan también su especial preocupación con los hermanos cristianos y de otros credos de todo el mundo, amenazados por la persecución, especialmente en Medio Oriente, y su intención de asegurar la libertad religiosa y de “proclamar y dar forma a nuestras vidas alrededor de la verdad sobre el hombre y la mujer, y el único lazo de matrimonio que ellos pueden formar”.
Terminan los obispos afirmando que “cada elección nos trae un nuevo comienzo” y manifiestan su confianza en que, a través de la fe en Cristo, “Dios nos dará la fuerza para sanar y unirnos”. Se comprometen a rezar por los líderes, para que afronten sus funciones con la gracia de Dios y con valentía. “Que todos nosotros, como católicos, ayudemos a los demás a tener fe y ser testigos gozosos del amor sanador de Jesús”.
Iglesia Viva 15.11.2016. El día anterior a las elecciones presidenciales celebradas el 8 de noviembre de 2016, el candidato republicano Donald Trump dio a conocer un video de un minuto de duración, dirigido a los miembros de la Iglesia Católica: “Los católicos son una parte importante de la historia de Estados Unidos. Estados Unidos se ha fortalecido con católicos que trabajan duro. Desde Nueva York a California, la historia católica es realmente extraordinaria y grandiosa. Desde custodiar los derechos civiles a educar a millones de niños, sirviendo a los pobres y ayudando a definir el movimiento provida, sacerdotes y laicos católicos en todo el país han hecho innumerables contribuciones al éxito de Estados Unidos y a la historia de éxito de Estados Unidos.
Los políticos de Washington han sido hostiles a la Iglesia, han sido hostiles a los católicos, han sido hostiles a los miembros del catolicismo. Mi gobierno estará al lado de los católicos estadounidenses para promover los valores que todos compartimos como cristianos y estadounidenses. Que Dios os bendiga y Dios bendiga a los Estados Unidos de América. Haremos que Estados Unidos sea grande de nuevo”.
Un mes antes de este vídeo, Trump escribió una carta a Gail Buckley, presidente de la Catholic Leadership Conference [Conferencia de Liderazgo Católico] dejando muy claros algunos puntos que ahora llevará a cabo en su gobierno:
“Soy y seré provida. Defenderé vuestra libertad religiosa y el derecho a practicar vuestra religión plena y libremente, como individuos y como propietarios de empresas e instituciones académicas. Me aseguraré de que órdenes religiosas como las Hermanitas de los Pobres no son acosadas por el gobierno federal a causa de sus creencias religiosas. Protegeré y trabajaré por la libertad de enseñanza y los derechos de las familias al ‘homeschooling’ [enseñanza en el propio hogar] y pondré fin al ‘Common Core’ [programa común utilizado en parte para el adoctrinar a los escolares en la ideología de género]”.
Por su parte los Obispos Católicos de Estados Unidos, si bien antes de las elecciones expresaron sus críticas al candidato Trump por sus declaraciones machistas y xenófobas, al conocer sus últimos mensajes arriba indicados, han enviado un mensaje firmado por su presidente, el arzobispo de Louisville, monseñor Joseph E. Kurtz, felicitando al presidente electo, a los miembros del Congreso y demás autoridades elegidas: “Ahora es el momento de avanzar hacia la responsabilidad de gobernar para el bien común de todos los ciudadanos”.
Los obispos piden a las autoridades electas trabajar para evitar las divisiones entre demócratas, republicanos o cualquier otro partido político y para que, por el contrario, los americanos puedan “ver el rostro de Cristo en el prójimo, especialmente en los sufrientes y aquéllos con quienes no estamos de acuerdo”.
También recuerdan las palabras del papa Francisco el año 2015 en su visita al Congreso de los Estados Unidos: “Toda actividad política debe servir y promover el bien de la persona humana y estar basado en el respeto por su dignidad”.
Los obispos piden a los políticos responder a los millones de americanos que luchan por tener oportunidades de vida digna y que ayer votaron para ser escuchados. Asimismo expresan su voluntad de trabajar con el presidente electo Trump para “proteger la vida humana desde su más vulnerable comienzo hasta su finalización natural” y manifiestan su firme deseo de que “nuestros hermanos y hermanas, migrantes y refugiados, sean humanamente bienvenidos”.
Mencionan también su especial preocupación con los hermanos cristianos y de otros credos de todo el mundo, amenazados por la persecución, especialmente en Medio Oriente, y su intención de asegurar la libertad religiosa y de “proclamar y dar forma a nuestras vidas alrededor de la verdad sobre el hombre y la mujer, y el único lazo de matrimonio que ellos pueden formar”.
Terminan los obispos afirmando que “cada elección nos trae un nuevo comienzo” y manifiestan su confianza en que, a través de la fe en Cristo, “Dios nos dará la fuerza para sanar y unirnos”. Se comprometen a rezar por los líderes, para que afronten sus funciones con la gracia de Dios y con valentía. “Que todos nosotros, como católicos, ayudemos a los demás a tener fe y ser testigos gozosos del amor sanador de Jesús”.
fuente http://www.iglesiaviva.net/2016/11/15/presidente-trump-y-los-catolicos-estadounidenses/
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