viernes, 6 de enero de 2017

El PP se alinea definitivamente con la izquierda contra la derecha alternativa

PONENCIA SOBRE EUROPA

El PP se alinea definitivamente con la izquierda contra la derecha alternativa

María Díaz de Quijano



Sin citarlos de manera directa, el Partido Popular dedica buena parte de la ponencia Europa y nuestro papel en el mundo a denostar a los partidos de la conocida como derecha alternativa europea. Vuelve la estrategia del miedo en un documento plagado de incoherencias... Las analizamos

El vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, Pablo Casado, ha sido el encargado de presentar las líneas generales de la ponencia internacional para el Congreso del partido, que se celebrará el próximo mes de febrero.
Como coordinador de un texto elaborado por el vicepresidente del Parlamento Europeo y eurodiputado del PP Ramón Luis Valcárcel,Pablo Zalba (presidente de la gestora del PP de Navarra), el presidente de Ceuta Juan Jesús Vivas y el presidente de Melilla Juan José Imbroda, Casado ha explicado este martes cuáles son los posicionamientos ideológicos del Partido Popular en lo que a 'Unión Europea y el papel de España en el mundo' se refiere. El texto, dividido en diez puntos claves a modo de decálogo, dedica hasta 10 párrafos al análisis de los llamados "populismos". Sin matices, sin diferencias entre lo que el PP considera populismos de izquierdas y "populismos de extrema derecha", el vicesecretario de Comunicación pone en marcha la estrategia del miedo con un rotundo "el populismo es fruto de una mezcla de radicalización, nacionalismo, comunismo y xenofobia, todo ello aderezado con grandes dosis de demagogia. Es antiliberal, antisistema y antiglobalización. Manipula sentimientos, exacerba las diferencias e instiga el odio. Se alimenta del miedo, del resentimiento y del rencor para fomentar la antipolítica. Promete el cielo y se acaba chocando con el muro de la frustración. Usa la democracia para acceder al poder, para intentar reescribir constituciones que luego le permita demoler las instituciones"
Analicemos, casi párrafo a párrafo, las incoherencias del texto presentado por los populares:   

"Populismos"

El populismo, denuncia el Partido Popular, "se alimenta del miedo, del resentimiento y del rencor para fomentar la antipolítica". "Promete el cielo y se acaba chocando con el muro de la frustración". Es curioso que el Partido Popular, que ha basado su campaña electoral en el miedo a la llegada a las instituciones de Podemos, denuncie que los nuevos partidos se alimentan del miedo. Pero sí, lo hace. 
"Usa la democracia -continúa el PP- para acceder al poder, para intentar reescribir constituciones que luego le permita demoler las instituciones". ¿Intentar reescribir Constituciones? No sabemos si los populares se refieren aquí a la reforma de la Constitución húngara -reforma que llegó, por cierto, de la mano de Fidesz, socio de los populares en la Unión Europea- que en 2011 reescribió su Carta Magna para, en la nueva, reivindicar las raíces cristianas de la nación magiar y anular todo resto de la legalidad comunista, además de defender la vida desde el mismo momento de la concepción o prohibir los matrimonios homosexuales. Una derecha, la húngara, que ha sido criticada por todo el establishment europeo por su gestión de la crisis de refugiados pero a la que los hechos han acabado dando la razón. ¿Es esa la nueva política que quiere combatir el PP? 
Continúa el partido de Génova anunciando cómo será la próxima batalla de las ideas: "La próxima batalla política e ideológica no será de izquierdas contra derechas, no será de conservadores o liberales contra socialdemócratas. Será la batalla de la democracia representativa frente al populismo. Frente a los populismos aislacionistas y empobrecedores, nosotros, el Partido Popular, defendemos la fortaleza democrática de las sociedades democráticas, solidarias, tolerantes, responsables y libres". Queda claro. El PP se alinea con el establishment, que efectivamente no distingue entre izquierda y derecha, sino entre globalismo y sistemaversus soberanismo, y deja clara su intención. La batalla ideológica es contra el populismo. Una vez más. ¿Es populismo para el PP el Frente Nacional de Marine Le Pen, el partido de Viktor Orbán o el polaco Ley y Justicia?
El Partido Popular, eso sí, hace cierta autocrítica al reconocer que partidos como el Frente Nacional, Ley y Justicia, Fidesz o UKIP han"ganado crédito ante unos ciudadanos que buscan respuestas urgentes a preguntas que no siempre se ha sabido responder". "Tenemos también que hacer un esfuerzo por entender más y mejor lo que la gente piensa, lo que la gente quiere y lo que la gente espera de nosotros". Reconoce así el Partido Popular la lejanía de los partidos del establishment respecto al ciudadano. ¿Cómo solución? Denostar a los nuevos partidos que, encuestas en mano, sí han sabido conectar con las preocupaciones del ciudadano medio. "El populismo persigue acabar con los principios liberales clásicos como la libertad de elección, la igualdad de oportunidades, la defensa de la propiedad privada, de la seguridad personal o del respeto a la familia". Durísimas críticas sobre las que cabría pedir algún ejemplo. Vamos con ejemplos de lo contrario. "El populismo -dice el PP- persigue acabar con la seguridad persona o el respeto a la familia". Los partidos de lo que el PP llama populismos y que el mundo cultural define ya como derecha alternativa no sólo no atacan a la familia, sino que en buena medida impulsan medidas para su defensa, tras décadas de ingeniería social tanto de izquierda como derecha que han acabado minando al pilar básico de la sociedad. Ejemplos: Alternativa por Alemania ha hecho de la lucha contra la ideología de género una de sus banderas, y rechaza en el Parlamento iniciativas legislativas que pretenden imponer una moral concreta al conjunto de la sociedad. Respecto a la seguridad personal, son los partidos de la derecha alternativa los que más han denunciado -y más criticados han sido por ello- las catastróficas consecuencias para la seguridad de los europeos que las descontroladas políticas migratorias de la UE han generado.
Y se refiere después, de forma clara pero sin hacer mención directa, a los partidos de la derecha alternativa que, por toda Europa, hacen gala de la defensa de la identidad nacional: "El nacionalismo que se radicaliza para elevar a máximo valor la pertenencia a un determinado lugar de nacimiento o una determinada etnia, tiende a dejar poco o ningún espacio al pluralismo político, tiende a ser excluyente y, en demasiadas ocasiones, alberga en su seno la semilla de la confrontación y la fragmentación social (...) Frente al nacionalismo excluyente debemos potenciar un incluyente patriotismo, que es el sano amor por la nación en la que nacimos, en la que nuestros padres forjaron sus sueños. Y también hilvanar un discurso patriótico alternativo que, entendiendo la nación como un espacio de convivencia entre diversas identidades, construya un relato afectivo alrededor de las sociedades libres y las instituciones democráticas, capaz de neutralizar la cerrazón nostálgica y el reduccionista del populismo y el nacionalismo". Frente al nacionalismo excluyente un incluyente patriotismo... Nos preguntamos. ¿Va el Partido Popular a derribar las vallas de Ceuta y Melilla que protegen las fronteras nacionales de la inmigración masiva y descontrolada? Esas son las mismas vallas que países como Hungría han construido para tratar de ordenar la abrumadora llegada de refugiados y por las que cargan con la etiqueta de racistas. ¿Qué política migratoria quiere el PP? "La actual crisis de los refugiados no se solucionará ni construyendo muros ni reintroduciendo fronteras internas. Por eso apoyamos las medidas emprendidas desde las instituciones europeas, entre ellas la puesta en marcha de una nueva agencia europea de fronteras y costas, y la adopción de una política comunitaria de migración y asilo". El Partido Popular, en línea con el discurso oficialista de la UE y crítico con quienes llaman la atención sobre la ineficacia del Espacio Schengen que ha permitido, por cierto, la entrada y libre circulación por territorio europeo de casi una decena de falsos refugiados que acabaron atentando en suelo europeo.  

Administración Trump y Brexit

Tras recordar que en 2017 "se cumplen sesenta años de la firma del Tratado de Roma, lo que constituye un momento ideal para reforzar los principios y valores que sustentan el proyecto europeo, y para aportar más Europa en la Unión y más Unión en Europa", los populares califican el Brexit de "duro golpe". Se refieren también a los referéndums sorpresa celebrados en 2016: "En apenas un año se han sucedido varios referéndums que han arrojado un resultado contrario al objeto de su convocatoria, y hemos vivido el auge de movimientos eurófobos derechistas en Europa central". El Partido Popular reconoce así -no sabemos si involuntariamente- dos cuestiones. La primera, que en el imaginario de los viejos partidos, un referéndum no tiene como objeto conocer la voluntad popular sobre alguna cuestión y actuar en consecuencia sino dictar al pueblo la voluntad de la oligarquía al más viejo estilo de despotismo ilustrado. Segunda cuestión que queda reflejada: la crisis de identidad que vive Europa. Pero, por toda solución, ¿qué propone el PP? Más Europa: "Creemos que no se debe culpar a la Unión Europea de los males nacionales y europeos, pues la experiencia nos ha demostrado en repetidas ocasiones que la respuesta a los problemas de Europa pasa por una mayor coordinación (...) En el Partido Popular creemos que es necesaria una mejor Europa"
Tras referirse al Brexit Pablo Casado ha destacado la facilidad del Partido Popular para mantener excelentes relaciones con las distintas administraciones estadounidenses, tanto demócratas como republicanas, y ha apostado por un estrechamiento de los lazos y la cooperación España-EE.UU. una vez que Reino Unido queda, tras el Brexit, fuera de la UE...
Revisamos la hemeroteca... y descubrimos una nueva incoherencia del Partido Popular: El pasado mes de junio, el Partido Popular anunciaba a través de su portavoz en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons que, si bien tradicionalmente habían mantenido relaciones tanto con el Partido Republicano como con el Demócrata, esta vez sólo asistirían a la convención demócrata. "Porque consideramos su programa más próximo a los principios y valores que nosotros defendemos en Europa". Era la primera vez que el PP no enviaba a nadie a la conveción republicana. Toda una puñalada contra Donald Trump, al que el PP no dudó en comparar con Pablo Iglesias, de nuevo apelando al miedo al populismo: "El populismo es la máxima expresión del miedo a la globalización y está creciendo en toda la UE. En la misma semana Trump ha dicho que no aceptará el resultado de las elecciones en EE.UU. y Podemos que no aceptará el resultado de la investidura en España, es el mismo populismo".
"España se puede convertir en el socio prioritario de Estados Unidos en la Unión Europea tras el Brexit", dice ahora Casado... Difícil, como la administración Trump decida echar un vistazo a las declaraciones de los portavoces populares durante el verano pasado. Pero es que Donald Trump ya ha manifestado su interés por las fuerzas políticas emergentes en Europa. Nigel Farage (político del Brexit y partidario de Donald Trump); Alternativa por Alemania, el Frente Nacional... Son esos los partidos que, cuando el PP renegaba de Donald Trump, apoyaban el discurso político del candidato republicano.  
http://gaceta.es/noticias/congreso-pp-ponencia-europa-criticas-brexit-fantasma-populismo-03012017-1145

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