domingo, 22 de enero de 2017

Adoctrinamiento cultural: lo irreal como normal

 Lesli Nicaragua
  •   Managua, Nicaragua  |
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La “cultura”, los medios y la sociedad nos atiborran de tantas informaciones, hechos y conceptos que nos disocian de la realidad. Nos relantizan el cerebro hasta incrustarnos la idea de que esta irrealidad es normal. Y digo irrealidad porque cada vez nos damos cuenta de manifestaciones tan absurdas –decapitaciones en masa, femicidios, masacres étnicas, publicidades perversas- que de tanto repetirse se nos presentan como cotidiano: normal.
Esto es lo que nos copa la verdadera realidad. Porque existe. Apenas la intuimos cuando una idea, un acto, un afiche –por ejemplificar- nos confronta nuestra verdadera naturaleza y retrotrae a un génesis que albergamos. Ese algo en nosotros que nos indica cuándo algo está mal, torcido, chueco. Se llama conciencia, que está muy ligada a nuestra constitución almática, que es la que mayor contacto tiene con nuestra auténtica realidad y destino como especie.
Veamos el ejemplo: hace diez días, en algunas paradas de autobús y metros de Navarra, España, amanecieron pegadas vallas publicitarias en las que aparecen dibujados dos niños con genitales femeninos y dos niñas con genitales masculinos, en actitud de correr y  agarrados de la mano. Y abajo esta leyenda: “Hay niñas con pene y niños con vulva. Así de sencillo”. Es la primera campaña de una asociación de familias de menores transexuales que desean la aceptación del procedimiento de cambio de sexo en infantes.
La confusión de género infantil está clasificada. Es un fenómeno innegable y por tanto investigado. Y entre las diversas instituciones que se han encargado de analizar esta condición se erige una postura común: es un estado pasajero en los pocos menores que pasan por él. El más indicativo es lo que descubrió el Colegio Americano de Pediatras: “Hasta un 98% de niños con género confuso y hasta un 88% de niñas con género confuso aceptan finalmente su sexo biológico tras pasar la pubertad de forma natural”.
Como podemos ver, desde hace unos años existe una guerra “cultural” para eliminar el concepto milenario, funcional y hasta espiritual de familia. Difuminarlo, para luego reconfigurarlo con la deformidad de lo contranatural. Y no hablemos de homofobia, no entra esa categoría en esta opinión. Ni siquiera de familias diversas. Sino de políticas muy divisibles y actualmente agresivas, que crean colectivos cada vez más provocativos.
Y al ser directrices ideológicas, nadie mejor que los políticos para llevar la agenda a los estamentos necesarios: educativos, legislativos, municipales, para hacer los negocios del proselitismo. Solo así se explican las cadenas de países que han aprobado leyes que atentan contra la familia. Voceros y hasta ministerios que se ocupan de la temática.
Pero ahora comienzan el adoctrinamiento infantil y adolescente, ya una vez insertados en las figuras legales. Lo que faltaba era permear las mallas de contenido educativo con ideología de género. Sin embargo, lo que también debe preguntarse es quiénes asumen estos millonarios gastos para llevarla a cabo, pues la figura del donante anónimo es muy común.  Es sospechoso no saber las identidades de los que nos empujan hacia la cultura de lo irreal… como un estado normal.
* Periodista y escritor.
leslinicaragua@yahoo.com

http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/416328-adoctrinamiento-cultural-irreal-normal/

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