Hagamos un cambio efectivo este año
Posted On 20 Ene 2017
http://eltiempo.pe/?p=153089
Pablo Augusto Perazzo
Colaborador
Colaborador
¡Tenemos un año por delante! No pensemos solo en nosotros, mis propias necesidades y problemas por resolver. ¿Qué podemos hacer si queremos mejorar Piura realmente? Tenemos que convencernos que ese cambio es real, se puede lograr. Obviamente no es fácil. ¿Mejorar la seguridad, hospitales y escuelas decentes, calles y veredas arregladas? ¿Policías, profesores, médicos y trabajadores públicos mejor remunerados? Pareciera inútil el esfuerzo que cada uno puede hacer. Sin embargo, imagínense si cada uno hiciese ese esfuerzo.
Son evidentes los ataques morales que sufren las familias, los no nacidos, la educación manipulada de nuestros niños. Todo ello motivado por la funesta “ideología de género”, que genera tantas confusiones morales en la mente de las personas. Añadamos también personas individualistas, encerradas y solas, sin encontrar el sentido de sus vidas. Además, un proceso despiadado de secularización.
Si queremos salir de la situación deprimente dónde nos encontramos es necesaria una respuesta que cambie realmente nuestra vida. Si cada uno no cambia, por más buenas intenciones que tengamos, todo seguirá igual. Queremos lo mejor para nosotros mismos, la familia, nuestros amigos y en general para toda Piura, pero lo que vemos es algo muy distinto. ¡Cuántos problemas!
Ese cambio debe empezar en cada uno. Vale la pena hablar un poco de nuestra fe. La mayoría de nosotros somos católicos, pero ¿cuántos viven de manera coherente la Fe? Aunque no lo digamos, en el fondo sabemos que sin la ayuda de Dios el cambio nunca será una realidad. Nuestra fe, no solo sirve para sentirse bien, para rezar y tener fuerzas en los momentos difíciles. Tiene que traducirse en cambios concretos y muy prácticos en nuestra conducta diaria. Rezar, golpearse el pecho e ir a misa los domingos, no es suficiente. La fe debe convertirse en obras concretas.
¿Cómo empezar? Asumir el cambio como una tarea personal. No podemos ser indiferentes. En segundo lugar, abrir nuestras vidas a la ayuda de Dios. Por ahí se empieza. Tengamos juntos una meta concreta para este año: hacer de Piura un lugar más digno dónde vivir.
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